Mi madre fue una especie de sombra de mi padre, siempre tenía que hacer lo que papá decía, a veces me molestaba eso, pero era su modo de ser.
Yo recuerdo… Fíjate cómo son los japoneses en esa época. Si en esa época los papás eran así de terribles con las mujeres y con los chicos. ¿Los chicos comían con los mayores? Tú no podías comer con tus padres en el comedor, ni de a vainas. Tenías que ir a comer a otro sitio con otros chicos y con las empleadas, pero los mayores en la mesa principal. Esa costumbre tremenda que tinen…
Pero yo me acuerdo aquella tarde que (mi padre) estaba ya muriéndose, le dice ‘Filo, Filo’, le dice a mi mamá, la llama. ‘Quiero encargarte una cosa, acuérdate –le dice todo cansado–, que Venancio nunca deje el colegio, que nunca deje de estudiar’. ¡Para qué dijo eso! (lágrimas) Recuerdo… disculpen la emoción… tengo muchas cosas, estas cosas, soy muy sentimental, me choca mucho y me hace llorar, me da rabia, pero soy así, ahora más que antes…
Bueno, quiero seguir adelante. Me acuerdo que cuando mi padre le encarga que siga yo, mi madre se pone al lado de la cama y, ‘¡Oye!’, le dice. ‘¡Qué crees, ese hijo también es mío, por supuesto que tiene que seguir sus estudios, no tienes que decírmelo!’. Primera vez en mi vida que escucho que mi madre le contesta a papá, yo me quedé petrificado. Yo estaba en la cabecera y ella estaba acá y el cuerpo de mi padre estaba para allá, y mi madre gritando. Yo decía ¡wow, qué cosa le pasa a mi mamá! Después. a las pocas horas, (mi papá) muere.
Fecha: 6 de setiembre de 2007
Zona: Lima, Perú
Interviewer: Harumi Nako
Contributed by: Asociación Peruano Japonesa (APJ)